EL CEREBRO
Es muy habitual creer que los
pensamientos, sentimientos y emociones humanas tienen su origen en dos partes
del cerebro que trabajan conjuntamente: los hemisferios
cerebrales, dos mitades prácticamente idénticas entre sí que se
distinguen por los procesos que se llevan a cabo en ellos.
Esta idea, aunque es cierta en
parte, aporta una explicación muy simple acerca de nuestro
funcionamiento, porque dentro de cada hemisferio podemos encontrar una
cantidad casi infinita de estructuras orgánicas encargadas de realizar
diferentes tareas y funciones que influyen en nuestro comportamiento.
En este artículo puedes encontrar
una explicación general sobre algunas de las partes más importantes de nuestra
"máquina de pensar": los lóbulos del cerebro y sus funciones.
ASPECTOS BÁSICOS SOBRE LOS LÓBULOS DEL CEREBRO
Anatómicamente, es muy fácil
reconocer la división que existe entre los dos hemisferios del cerebro, porque vistos
desde arriba un espacio notable los mantiene separados. Se trata de
la cisura interhemisférica, que es algo así como una grieta rectilínea que
separa las partes superiores y más superficiales del encéfalo y delimita dónde
empieza un hemisferio cerebral y dónde acaba otro.
Sin embargo, más allá de este
signo tan evidente gracias al cual podemos hacernos una idea muy superficial
sobre la anatomía del cerebro, si lo que queremos examinar es la estructura de
cada uno de estos elementos la cosa se complica.
Cada hemisferio está cubierto
por una capa llamada corteza cerebral (que es la parte más visible del
cerebro y parece estar lleno de arrugas y surcos), y esta corteza puede
dividirse en diferentes parcelas atendiendo a sus distintas funciones y
localizaciones. Esta clasificación en zonas diferenciadas dentro de cada uno de
los hemisferios cerebrales nos muestra la existencia de varios lóbulos del
cerebro. Veamos cómo son.
LÓBULOS DEL CEREBRO Y SUS FUNCIONES
Lo que conocemos como lóbulos del
cerebro consiste en una clasificación por parcelas de la corteza cerebral que
permite mapear las principales áreas de actividad nerviosa. No se trata de
áreas radicalmente separadas las unas de las otras, pero sí resulta
relativamente fáciles de distinguir las unas de las otras si nos fijamos en los
pliegues y las diferentes cisuras
del cerebro.
Estas parcelas son los lóbulos
del cerebro, y a continuación puedes leer sus aspectos más básicos,
teniendo en cuenta que cada hemisferio cerebral tiene la misma cantidad, tipos
y distribución de lóbulos.
1. LÓBULO FRONTAL
En los humanos, es el más
grande de los lóbulos del cerebro. Se caracteriza por su papel en
el procesamiento de funciones cognitivas de alto nivel tales
como la planificación coordinación, ejecución y control de la conducta. Por
extensión, también hace posible el establecimiento de metas, la previsión,
la articulación
del lenguaje y la regulación
de las emociones.
Además, del lóbulo frontal nace
la capacidad para tener en cuenta a los demás (dado que contrarresta la
influencia de los impulsos por satisfacer nuestros deseos de manera inmediata,
en favor de metas a largo plazo) y establecer teoría de la mente, que es
nuestra capacidad de inferir cosas acerca del estado mental de los demás. Por
ejemplo, el hecho de ser conscientes de que sabemos algo que otra persona no
sabe, es posible gracias a la teoría de la mente.
En definitiva, este es uno de los
lóbulos cerebrales con un papel más destacado en las funciones que
relacionaríamos de un modo más directo con la inteligencia, la planificación y
la coordinación de secuencias de movimientos voluntarios complejos. Esta parte
de la corteza es propia de animales vertebrados y es especialmente grande en
los mamíferos ya que este grupo evolutivo contiene las especies más
inteligentes del planeta.
2. LÓBULO PARIETAL
Se encuentra entre los lóbulos
frontal y occipital, y se encarga principalmente de procesar
información sensorial que llega de todas las partes del cuerpo, como el
tacto, la sensación de temperatura, el dolor y la presión, y es capaz de
relacionar esta información con el reconocimiento de números. También hace
posible el control de los movimientos gracias a su cercanía a los centros de
planificación del lóbulo frontal.
Además, recibe información visual proveniente del lóbulo
occipital y trabaja creando asociaciones entre este tipo de datos y otros inputs provenientes
de otras áreas.
3. LÓBULO OCCIPITAL
Marcado en rosa en
la imagen. En los seres humanos, es el menor de los cuatro principales lóbulos
del cerebro y se encuentra en la zona posterior del cráneo, cerca de la nuca.
Es la primera zona de la
neocorteza a la que llega la información visual. Por lo tanto,
tiene un papel crucial en el reconocimiento de objetos cuya luz es proyectada
sobre la retina, aunque por sí misma no tiene la capacidad para crear imágenes
coherentes. Estas imágenes son creadas a partir del procesamiento de estos
datos en unas zonas del cerebro llamadas áreas de asociación visual.
El lóbulo occipital manda
información sobre la visión hacia otros lóbulos cerebrales a través de dos
canales de comunicación diferentes.
- El primero de ellos, que va hacia la zona frontal
del cerebro a través de la zona ventral (es decir, la más alejada de la
zona superior de la cabeza), procesa información sobre el "qué"
de lo que se ve, es decir, el contenido de la visión.
- El segundo canal, que va hacia la parte frontal a
través de la zona dorsal (cercana a la coronilla), procesa el
"cómo" y el "dónde" de lo que se ve, es decir,
aspectos del movimiento y la localización en un contexto más amplio.
4. LÓBULO TEMPORAL
Los lóbulos temporales de cada
hemisferio se encuentran a los laterales del cerebro, dispuestos
horizontalmente y pegados a las sienes.
Reciben información de muchas
otras áreas y lóbulos del cerebro y sus funciones tienen que ver con la memoria y el
reconocimiento de patrones en los datos provenientes de los sentidos. Por lo
tanto, juega un papel en el reconocimiento
de rostros y voces, pero también en el recuerdo de
palabras.
5. ÍNSULA
La ínsula es una parte de la
corteza que queda oculta entre el resto de los lóbulos del cerebro y, para verla,
es necesario apartar entre sí los lóbulos temporal y parietal. Es por eso que
frecuentemente no es tenida en cuenta como un lóbulo más.
Está pegada a estructuras
encargadas de hacer posible la aparición de emociones, al estar
muy conectada a muchas áreas del sistema
límbico, y probablemente se encarga de mediar entre estas y los
procesos cognitivos que se realizan en el resto de lóbulos del cerebro.
Referencias bibliográficas:
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Nicki R.; Walker, Brian R.; Ralston, Stuart H.; Ralston, eds. (2010).
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Churchill Livingstone/Elsevier. ISBN 978-0-7020-3085-7.
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York: Oxford University Press.
- Hall,
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- Netter,
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- Van
Essen, DC (January 23, 1997). "A tension-based theory of
morphogenesis and compact wiring in the central nervous system".
Nature.
Gracias profe ♥ uwu
ResponderEliminarGracias a ustedes...
Eliminarmaria fernanda que pasa con aidan? :V?
Eliminary 2 gracias profe por el trabajo :D
Eliminargracias profe por el trabajo aunque en el momento que lo lea ya lo habre terminado :v
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